La supervisión del rendimiento de las aplicaciones consiste en el rastreo de métricas esenciales para garantizar que el software crítico de la empresa cumpla los estándares de rendimiento, disponibilidad y experiencia de usuario.
En el mundo altamente conectado y extremadamente digitalizado de hoy, hay muchas cosas que dependen de las aplicaciones. Además de realizar funciones específicas, el software moderno debe ser capaz de aportar valor constante, estar siempre disponible, responder inmediatamente a las solicitudes de los usuarios y proporcionar una experiencia de usuario perfecta. Esto va más allá de las aplicaciones que los clientes descargan en sus dispositivos móviles. Las aplicaciones empresariales facilitan el trabajo cotidiano de numerosas organizaciones de todos los sectores. Por lo tanto, garantizar que las herramientas y programas informáticos funcionen de manera óptima se ha convertido en una preocupación importante para las empresas de todos los tamaños.
Cuando las aplicaciones se convierten en parte integral de una empresa, tanto fuera como dentro de ella, las organizaciones necesitan una manera eficaz y completa de supervisar su software esencial. La supervisión del rendimiento de las aplicaciones puede ser la respuesta.
La supervisión del rendimiento de las aplicaciones (también denominada APM) sitúa el rendimiento del software en el punto de mira. Con la APM, las empresas pueden supervisar continuamente el rendimiento y la disponibilidad de las aplicaciones, además de rastrear y mejorar la experiencia de usuario final.
La supervisión del rendimiento de las aplicaciones vigila y supervisa los sistemas de software empresarial. Las soluciones de APM supervisan continuamente las aplicaciones y la infraestructura, recopilando una gran cantidad de datos sobre diversas métricas de rendimiento, transacciones e interacciones de los usuarios. A continuación, las organizaciones pueden analizar estos datos para identificar posibles problemas, proporcionar información clara, abordar los cuellos de botella en el rendimiento y optimizar el uso de los recursos para mejorar el ahorro de costes.
Al igual que existen aplicaciones para realizar un número casi ilimitado de funciones, la APM debe ser capaz de abarcar una amplia gama de casos prácticos. Teniendo esto en cuenta, entre las principales funcionalidades de la APM moderna se incluyen las siguientes:
El primer paso para supervisar las aplicaciones empresariales y de cara al cliente es crear un mapa de todo el ecosistema de aplicaciones. La APM debe ser capaz de detectar aplicaciones automáticamente, incluso en entornos dinámicos, y de trazar completamente la infraestructura y los componentes asociados en tiempo real para ofrecer información clave sobre la arquitectura de aplicaciones de la empresa.
Para comprender cómo se comportan las aplicaciones y qué variables pueden estar afectando a su rendimiento, la APM rastrea su comportamiento transaccional completo y su historial. Esto incluye el uso de la CPU, los tiempos de respuesta, las tasas de error, las tasas de solicitud, el número de instancias y el tiempo de uso. Con una visión completa y total transparencia del rendimiento de las aplicaciones, las empresas pueden saber exactamente cómo las aplicaciones afectan a los resultados y a la experiencia general del usuario.
Poder ver directamente cómo funcionan las aplicaciones también revela dónde se dan los problemas o dónde podrían existir en el futuro. Las organizaciones pueden identificar fácilmente en qué parte de su recorrido se sienten frustrados los usuarios o las aplicaciones no cumplen con las expectativas. Estas causas también se pueden analizar para determinar exactamente qué tipo de impacto representan para la empresa.
La APM amplía sus competencias de supervisión para incluir aplicaciones móviles y de escritorio. Garantiza que el rendimiento y la experiencia de usuario en varias plataformas se supervisen de manera consistente, lo que proporciona información valiosa para optimizar la funcionalidad entre dispositivos.
Al integrarse a la perfección con otras herramientas y sistemas de la pila de tecnología de una organización, la APM permite la automatización de alertas, notificaciones y procesos de reparación, optimizando los flujos de trabajo de supervisión y resolución de problemas.
Aunque las métricas técnicas son esenciales, la APM va más allá para supervisar los KPI empresariales y analizar los recorridos de los usuarios. Esto ayuda a las organizaciones a alinear aún más sus esfuerzos tecnológicos con los objetivos empresariales, garantizando que el rendimiento de las aplicaciones contribuya directamente a lograr los resultados deseados.
El rastreo del rendimiento y la disponibilidad de los puntos finales (como API, servicios y microservicios) es una función clave en la supervisión del rendimiento de las aplicaciones. Esto garantiza que todos los componentes del ecosistema de aplicaciones estén bajo revisión constante, lo que permite a los equipos identificar problemas y optimizar el rendimiento de las aplicaciones cuando más importa.
Por último, la APM amplía sus competencias de supervisión para incluir la infraestructura de escritorios virtuales o VDI. Esta capacidad supervisa el rendimiento y la disponibilidad de los entornos de escritorio virtual, lo que garantiza una experiencia de usuario fluida y productiva para los usuarios de escritorio remoto y virtual.
La APM abarca una variedad de tipos de supervisión, cada uno con un propósito específico para garantizar el rendimiento del software y la satisfacción del usuario. Las formas clave de APM incluyen:
Supervisión de pila completa
La supervisión de pila completa ofrece una perspectiva completa de toda la pila de software, incluido el código de la aplicación, la infraestructura y las dependencias. Esto ayuda a identificar cuellos de botella en el rendimiento en toda la infraestructura, incluidos aquellos que pueden estar afectando a la experiencia de usuario final.Supervisión de registros
La supervisión de registros implica analizar los archivos de registro generados por las aplicaciones y los componentes de la infraestructura para detectar errores, anomalías y problemas de rendimiento a través del análisis de datos de registro. La supervisión de registros es eficaz para los equipos de Desarrollo y operaciones encargados de detectar y corregir inquietudes o posibles problemas en todo el ciclo de vida de entrega de software.Supervisión en la nube
La supervisión en la nube se centra en la supervisión de aplicaciones alojadas en entornos de nube (como AWS, Azure o Google Cloud). Este enfoque rastrea la utilización de los recursos, la disponibilidad y el rendimiento en las aplicaciones con soporte en la nube, y permite a las organizaciones observar y gestionar de cerca su infraestructura en la nube.Supervisión sintética
La supervisión sintética simula las interacciones de los usuarios dentro de la aplicación para evaluar su rendimiento. Al generar varios tipos de interacciones sintéticas relacionadas con diferentes escenarios, este enfoque proporciona información valiosa sobre cómo funcionará la aplicación en manos de usuarios reales.Supervisión de usuario final
La supervisión de usuario final va más allá de la supervisión sintética al rastrear las acciones de los usuarios cuando y donde utilicen la aplicación. Al priorizar las experiencias reales de los usuarios finales y medir los tiempos de carga, la capacidad de respuesta y la satisfacción general con la aplicación, la supervisión de usuario final proporciona datos reales para ayudar a las organizaciones a abordar mejor los problemas potenciales.Supervisión de servicios
La supervisión de servicios proporciona datos y conocimientos sobre cómo funcionan juntos servicios específicos, así como detalles sobre su repercusión en el rendimiento del software de aplicaciones. Esto ayuda a garantizar una seguridad y un rendimiento óptimos, así como la disponibilidad de servicio.Supervisión de IoT
La supervisión de IoT es un enfoque de supervisión específicamente creado para abordar problemas con las aplicaciones del Internet de las cosas (IoT). La supervisión de la conectividad de dispositivos de IoT, la transmisión de datos y el estado general del sistema hace posible que los equipos de TI diagnostiquen y resuelvan rápidamente los problemas de rendimiento antes de que puedan afectar significativamente a la experiencia de usuario.Supervisión de la infraestructura
La supervisión de la infraestructura proporciona a los equipos una visión más cercana de la infraestructura subyacente de la aplicación, incluidos los servidores, los dispositivos de red y los centros de datos. Esta forma de supervisión ayuda a confirmar que la infraestructura es totalmente compatible con la aplicación y que cualquier problema puede abordarse desde el principio.Supervisión de red
La supervisión de red se centra en supervisar el rendimiento de la red y el uso del ancho de banda para identificar problemas relacionados con la red que pueden afectar al rendimiento de las aplicaciones. El objetivo es mejorar los despliegues tanto en las instalaciones como fuera de ellas.
- Supervisión de bases de datos
La supervisión de bases de datos se centra en el rendimiento de las bases de datos que respaldan las aplicaciones. Esto implica el rastreo de los tiempos de ejecución de las consultas, la indexación y la utilización de los recursos de la base de datos.
Si bien una APM eficaz puede ser útil para recopilar información superficial, cabe señalar que también existen soluciones y conjuntos de herramientas de nicho disponibles comercialmente para cada uno de los puntos anteriores, que proporcionan más datos de diagnóstico y una mayor perspectiva a los equipos pertinentes. Aun así, la APM existe como una solución general fiable para aquellos que desean mejorar la observabilidad en todos los ámbitos.
La APM trabaja con una amplia gama de métricas para proporcionar a las organizaciones una visión integral del estado, la eficiencia y la experiencia de usuario de sus aplicaciones. Estas métricas desempeñan un rol vital en la evaluación y optimización del rendimiento de las aplicaciones:
El uso de la CPU es una métrica fundamental que mide la cantidad de trabajo de un procesador. La APM supervisa el uso de la CPU para identificar si la aplicación utiliza de manera eficiente la potencia de procesamiento disponible. Un elevado uso de la CPU puede indicar cuellos de botella de rendimiento, contención de recursos o la necesidad de que el equipo optimice aún más el software.
Las tasas de error miden la frecuencia de errores o fallos dentro de una aplicación. La APM identifica errores y excepciones, lo que permite a las organizaciones abordar los problemas de forma proactiva antes de que afecten a los usuarios. Unas tasas de error bajas indican una aplicación más estable y confiable.
El rastreo de transacciones implica supervisar las transacciones de usuarios individuales dentro de una aplicación. La APM captura los detalles de las transacciones y proporciona información sobre cómo estas fluyen a través de diferentes componentes y servicios. El rastreo de transacciones ayuda a diagnosticar cuellos de botella y optimizar las interacciones críticas del usuario.
La APM rastrea el número de instancias, o instancias de componentes de aplicaciones, que se ejecutan simultáneamente. Esta métrica garantiza que la aplicación pueda escalar para satisfacer la demanda de los usuarios, ya que puede ser necesario un aumento en las instancias durante picos de tráfico o cantidades de trabajo elevadas.
Las métricas de solicitudes supervisan el número de solicitudes de usuarios o llamadas de API realizadas a la aplicación. El rastreo de solicitudes ayuda a las organizaciones a comprender los patrones de actividad de los usuarios, identificar los picos de tráfico y optimizar la asignación de recursos.
El tiempo de uso mide el tiempo que una aplicación está disponible y operativa. La APM garantiza que las aplicaciones cumplan con los objetivos de tiempo de uso y alerta rápidamente a los equipos de los incidentes de tiempo de inactividad. Un tiempo de uso elevado es fundamental para mantener la confianza del usuario y evitar la pérdida de ingresos.
La disponibilidad de la aplicación es una métrica más amplia que evalúa la accesibilidad y funcionalidad generales de la aplicación. Esto incluye el tiempo de uso, las tasas de error y otros factores cuyo fin es evaluar la capacidad de la aplicación para prestar los servicios previstos de forma fiable.
Las métricas de recolección de basura (GC) se centran en la gestión de los recursos de memoria en las aplicaciones. La APM supervisa la actividad de GC para identificar fugas de memoria o uso ineficiente de la memoria, lo que ayuda a optimizar el rendimiento y la estabilidad de las aplicaciones.
La APM va más allá de las métricas técnicas para medir y analizar la experiencia de usuario. Las métricas centradas en el usuario incluyen tiempos de carga, rutas de clics e interacciones del usuario. Al rastrear la experiencia de usuario, las organizaciones pueden alinear los esfuerzos técnicos con las expectativas de los usuarios, lo que en última instancia mejora la satisfacción y la fidelidad.
Cuando las aplicaciones tardan en responder, sufren bloqueos inesperados, no funcionan correctamente o simplemente caen por debajo de las expectativas de los usuarios internos o externos, el daño a la empresa puede ser significativo. Desafortunadamente, optimizar el rendimiento de las aplicaciones suele ser un trabajo complejo y lento. Hay cientos de aplicaciones diferentes desplegadas a la vez, compuestas de millones de líneas de código y que comprenden servicios, soluciones y entornos de alojamiento interconectados, de modo que la cantidad de problemas que pueden afectar negativamente al rendimiento de las aplicaciones es abrumadora.
La supervisión del rendimiento de las aplicaciones dota a las organizaciones de la visibilidad que necesitan para observar el núcleo de sus aplicaciones y dependencias, e identificar y solucionar fácilmente los contratiempos antes de que se conviertan en problemas. Esto conlleva numerosas ventajas empresariales, por ejemplo:
La APM ofrece una amplia gama de ventajas técnicas que se traducen directamente en significativos beneficios. Estos son algunos de los principales argumentos técnicos de venta de APM:
Supervisión de usuarios reales
La supervisión de usuarios reales (RUM) proporciona información en tiempo real sobre cómo los usuarios finales experimentan una aplicación, capturando datos sobre tiempos de carga, interacciones de los usuarios y variaciones geográficas del rendimiento. Esto permite a los equipos de TI identificar y abordar los problemas de rendimiento que afectan a sus usuarios, mejorando la satisfacción y la lealtad de los usuarios en general.Perfiles de transacciones definidos por el usuario
Los perfiles de transacciones definidos por el usuario permiten definir y rastrear transacciones de usuarios específicas dentro de una aplicación. Esto proporciona una visibilidad detallada del rendimiento de las transacciones críticas.Supervisión de componentes
La supervisión de componentes se centra en el rastreo del rendimiento de los componentes y servicios individuales dentro de la arquitectura de una aplicación, lo que ayuda a identificar las causas raíz de los cuellos de botella en el rendimiento y facilita la resolución proactiva de problemas.Supervisión de la infraestructura
La supervisión de la infraestructura rastrea el estado y el rendimiento del hardware subyacente y la infraestructura de red que respalda la aplicación. Esto garantiza la fiabilidad y disponibilidad de la infraestructura de aplicaciones, evitando interrupciones y bloqueos que podrían afectar las operaciones empresariales.Análisis
Las herramientas de análisis de la APM ofrecen competencias avanzadas de análisis de datos, lo que permite a las organizaciones detectar patrones, anomalías y tendencias en los datos de rendimiento de las aplicaciones, informando a los equipos de toma de decisiones de las perspectivas que necesitan para identificar oportunidades de mejora.Supervisión de los acuerdos de nivel de servicio (SLA)
La supervisión de los acuerdos de nivel de servicio rastrea el rendimiento en comparación con los SLA predefinidos, lo que garantiza que la aplicación cumpla con los niveles de servicio acordados.
Más allá de las ventajas técnicas, la APM ofrece una serie de ventajas empresariales que pueden repercutir significativamente en el éxito de una organización. Entre las principales ventajas de la APM se incluyen las siguientes:
Colaboración optimizada
Las mejores soluciones de supervisión del rendimiento de las aplicaciones proporcionan a las empresas una única fuente de información. Gracias a la información fiable y consensuada, los equipos de todos los departamentos pueden alinear más fácilmente sus esfuerzos y mejorar la forma en que trabajan juntos. Esto no solamente crea un mejor producto final, sino que también establece un entorno de trabajo más gratificante y satisfactorio para los participantes.Innovación avanzada
La APM anima a los equipos a alinear su visión para mejorar su rendimiento. Los responsables de la toma de decisiones de distintos departamentos tienen acceso a la misma información fiable, lo que supone una base sólida que facilita el intercambio de ideas y la innovación.Mayor satisfacción del usuario
Aunque existen otras herramientas para recopilar datos relevantes sobre las aplicaciones, muy pocas son capaces de lograr que las empresas entiendan la perspectiva del usuario final. La APM rompe con las métricas de segundo y tercer orden y, en su lugar, analiza directamente las métricas del rendimiento que perciben los usuarios. Además, al facilitar un lanzamiento más rápido de versiones, mejores productos y mayor disponibilidad, la APM ayuda a las empresas a satisfacer las expectativas de los usuarios. Así se logra un nivel de satisfacción del cliente superior de lo que suele ser posible mediante una supervisión más tradicional.Mejora de la productividad
Las herramientas de APM ofrecen datos de rendimiento en tiempo real, lo que permite a las organizaciones adaptar el entorno de aplicaciones e identificar y resolver problemas de forma proactiva. Este enfoque específico reduce el tiempo de inactividad y el tiempo dedicado a la resolución de problemas, lo que permite a los empleados centrarse en tareas productivas que tienen una repercusión más directa en los resultados finales.Aumenta los ingresos
La APM ayuda a identificar y resolver problemas de rendimiento antes de que se agraven, lo que reduce la necesidad de costosas soluciones de emergencia y reduce el tiempo de inactividad. Con menos interrupciones operativas y una utilización más eficiente de los recursos, las empresas pueden reducir los costes de operaciones, asignar recursos estratégicamente y mejorar la rentabilidad.Mayores tasas de conversión
La APM permite a las organizaciones optimizar el rendimiento de las transacciones críticas y las interacciones de los usuarios, lo que conduce a recorridos del cliente más fluidos y fiables. Mejores experiencias implican mayores tasas de conversión, lo que se traduce en más ventas, clientes potenciales o acciones deseadas por los usuarios.
La supervisión del rendimiento de las aplicaciones a veces se confunde con otra acepción de las siglas APM: la gestión del rendimiento de las aplicaciones. Sin embargo, mientras que la supervisión del rendimiento de las aplicaciones se dedica al rastreo de métricas específicas, la gestión del rendimiento de las aplicaciones adopta un enfoque más amplio.
La gestión del rendimiento de las aplicaciones describe la disciplina que implica el desarrollo y la gestión de una estrategia de rendimiento de las aplicaciones completa, que incluye, sin limitación, la supervisión. Las herramientas eficaces de gestión del rendimiento de las aplicaciones incluyen la supervisión del rendimiento de las aplicaciones, lo que permite a las organizaciones revisar métricas esenciales en una variedad de aplicaciones y servicios, y luego usar dichas métricas para identificar y solucionar problemas de rendimiento en todo el conjunto de aplicaciones.
Por último, la gestión de la cartera de aplicaciones complementa la supervisión del rendimiento de las aplicaciones y la gestión del rendimiento de las aplicaciones centrándose en una perspectiva de nivel superior. Mientras que la supervisión del rendimiento se ocupa del rastreo de métricas de rendimiento específicas y la gestión del rendimiento implica la dirección de la estrategia de rendimiento global, la gestión de la cartera abarca la evaluación estratégica y la optimización de toda la cartera de aplicaciones y la pila tecnológica de una organización. Esto incluye decisiones sobre en qué aplicaciones invertir, cuáles retirar o sustituir para alinearlas con los objetivos y prioridades empresariales. La APM ayuda a las organizaciones a asignar recursos de manera eficaz, garantizando que las aplicaciones contribuyan a los objetivos de rendimiento generales.
Del mismo modo, la observabilidad es un concepto distinto a la APM. La observabilidad consiste en un enfoque más amplio y completo para comprender los sistemas de software complejos. Hace hincapié en la captura de una amplia gama de datos, incluidos registros, rastreos, métricas y eventos, de varias fuentes dentro del entorno de una aplicación. La mayoría de las soluciones de observabilidad pueden realizar esencialmente la misma funcionalidad que las organizaciones buscan en una solución de APM, pero con habilidades adicionales para escalar en entornos nativos en la nube. La observabilidad también ofrece la capacidad de explorar los datos de manera flexible y realizar análisis ad hoc. Esto es particularmente práctico en arquitecturas modernas, distribuidas y basadas en microservicios, en las que la supervisión tradicional del rendimiento de las aplicaciones puede quedarse corta.
Por lo tanto, la observabilidad es un término general que abarca la APM e incorpora herramientas adicionales para disfrutar de una perspectiva más completa del rendimiento y el comportamiento de las aplicaciones. También se podría argumentar que la APM es el término general, y que la observabilidad está dentro de su ámbito de competencia.
Las soluciones de APM se pueden clasificar como herramientas o plataformas. Mientras que las "herramientas" de APM son aplicaciones o soluciones de software individuales diseñadas para supervisar y gestionar el rendimiento de una aplicación específica (o un conjunto de aplicaciones), las plataformas de APM abarcan conjuntos completos de herramientas de supervisión y gestión que proporcionan un conjunto más amplio y holístico de soluciones para el rendimiento de las aplicaciones.
La diferencia más significativa entre estas dos categorías tiene que ver con su alcance. Mientras que las herramientas de APM suelen utilizarse para resolver problemas de rendimiento específicos de una aplicación, las plataformas de APM son más adecuadas para entornos complejos y distribuidos, y proporcionan una perspectiva unificada de todo el panorama de aplicaciones de una organización.
Las plataformas y herramientas de APM proporcionan una clara visión del rendimiento de las aplicaciones, pero también pueden hacer más. Las siguientes ventajas abarcan competencias avanzadas que son cruciales en el complejo y dinámico panorama digital actual:
Las soluciones de APM proporcionan visibilidad avanzada en la nube gracias a su integración perfecta con los entornos de nube, lo que permite a las organizaciones supervisar de cerca y sin fisuras el rendimiento y el estado de sus aplicaciones y servicios alojados en la nube. Con un profundo conocimiento de los recursos con soporte en la nube, las soluciones de APM ayudan a garantizar la utilización óptima de los recursos, la gestión de costes y la escalabilidad de las aplicaciones. La información proporcionada tiene un valor incalculable en la era de la computación en la nube, ya que permite a las empresas aprovechar los recursos de la nube de forma eficiente y mantener el máximo rendimiento.
La APM facilita la automatización continua de las tareas de supervisión del rendimiento. Estas soluciones pueden detectar problemas automáticamente, recopilar datos y activar alertas en función de umbrales o anomalías predefinidos. La automatización optimiza el proceso de supervisión, reduce la necesidad de intervención manual y acelera la resolución de problemas. Al automatizar las tareas de rutina, las soluciones de APM liberan tiempo y recursos valiosos para actividades más estratégicas, lo que mejora la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta.
Muchas soluciones de APM incorporan competencias de IA y aprendizaje automático (ML). Estas características inteligentes pueden analizar grandes cantidades de datos, identificar patrones y predecir posibles problemas de rendimiento antes de que afecten a los usuarios. La detección de anomalías y el análisis de la causa raíz impulsados por IA permiten a las organizaciones abordar los problemas de forma proactiva, lo que mejora la fiabilidad de las aplicaciones y la satisfacción del usuario. La asistencia de la IA también proporciona conocimientos basados en datos que facilitan la optimización y la toma de decisiones.
Las soluciones de APM promueven la colaboración entre equipos al ofrecer una única fuente de datos reales para los datos de rendimiento de las aplicaciones. Permiten que equipos de diferentes departamentos, como desarrollo, operaciones y negocios, accedan a la misma información confiable. Esta alineación facilita la comunicación, la resolución de problemas y la toma de decisiones, rompiendo los aislamientos y mejorando la colaboración en general. La APM fomenta una comprensión compartida de los objetivos y retos de rendimiento, lo que lleva a un trabajo en equipo multifuncional más eficaz.
Además de las métricas técnicas, las soluciones de APM se centran en la experiencia de usuario y el análisis empresarial. Proporcionan información sobre cómo el rendimiento de las aplicaciones afecta a los usuarios finales y a los resultados empresariales. Al analizar las interacciones de los usuarios, las tasas de conversión y otras métricas centradas en el usuario, las soluciones de APM ayudan a las organizaciones a alinear sus esfuerzos técnicos con los objetivos empresariales establecidos. Este enfoque centrado en el usuario garantiza que las mejoras en el rendimiento de las aplicaciones contribuyan directamente a mejorar la satisfacción de los usuarios, aumentar los ingresos y lograr el éxito general de la empresa.
La APM tiene la capacidad de ayudar a las empresas a optimizar la eficiencia y eficacia de sus aplicaciones. Dicho esto, para disfrutar de todas sus ventajas, las organizaciones deben prestar apoyo a la APM con las herramientas y procesos adecuados. Te ofrecemos varios consejos sobre cómo sacar más provecho de la supervisión del rendimiento de las aplicaciones:
Dada la gama de ventajas asociadas a la supervisión del rendimiento de las aplicaciones, no es de extrañar que haya tantas herramientas de APM disponibles actualmente. Al considerar una opción de APM, inclínate por las que ofrecen una solución completa capaz de supervisar toda la pila de infraestructura en el lenguaje correcto para las aplicaciones en cuestión. Las mejores herramientas de APM también están muy centradas en la experiencia de usuario y capturan datos relevantes para crear perspectivas informadas y factibles que ayudan a las organizaciones a conectar el rendimiento del software con los resultados empresariales de mayor importancia.
La APM se ha diseñado para supervisar las aplicaciones, pero depende de los equipos del departamento tomar medidas decisivas en función de la información que proporciona la APM. Para garantizar que no se pasen por alto los conocimientos más importantes, se aconseja a las empresas que establezcan alertas automatizadas dentro de su herramienta de supervisión de aplicaciones en función de métricas predeterminadas. Cuando se produce una desviación inesperada, las alertas permiten a los equipos tomar medidas inmediatas.
Para ser eficaz, la APM debe ser capaz de trabajar dentro de los procesos existentes de una empresa. Si estos procesos no están claros, no están completamente establecidos o cambian constantemente, es probable que los beneficios derivados del rendimiento de las aplicaciones sean menos profundos.
Aunque hay ciertas herramientas de APM integradas que pueden proporcionar información útil sobre el rendimiento del software, las soluciones más efectivas generalmente serán aquellas que se pueden configurar según las necesidades empresariales específicas. Trabaja con APM para definir qué comportamiento es "normal" y qué constituye una desviación, de modo que las alertas sean siempre relevantes para los resultados empresariales.
Hay grupos y particulares dentro de la organización que necesitarán estar más familiarizados con la APM. Estos incluyen desarrolladores y equipos de TI que son directamente responsables de implementar la herramienta y abordar cualquier problema potencial. No obstante, para que sea una solución más completa, la APM debe implementarse en toda la organización. El desarrollo de una cultura en torno a la supervisión del rendimiento y comprender la conexión intrínseca entre el rendimiento de las aplicaciones y el éxito empresarial puede aportar grandes beneficios a cualquier empresa.
Para optimizar realmente la repercusión general de las aplicaciones esenciales, las empresas necesitan Observabilidad en la nube de ServiceNow®. La Observabilidad en la nube establece el estándar del sector para reunir todos los datos relevantes y disponibles en un único flujo de trabajo, lo que permite a las organizaciones detectar cambios sin esfuerzo y navegar desde el efecto hasta la causa raíz. Esto permite a las empresas simplificar la gestión de eventos y ofrecer a los equipos una visión completa del rendimiento de sus aplicaciones. ¿El objetivo final? Crear una solución de observabilidad verdaderamente unificada, que reúna los flujos de trabajo de observabilidad principales a medida que entrelazan los datos de registro, métricas y rastreo. ServiceNow lleva las cosas aún más lejos unificando el vasto (pero con bastante frecuencia fracturado) patrimonio tecnológico, para que los clientes empresariales puedan gestionarlo todo a través de una única plataforma.
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