La gestión de parches describe los procesos y las herramientas diseñados para detectar, distribuir y desplegar de manera eficaz las actualizaciones de software en los sistemas de TI de una empresa.
No hay software libre de fallos; incluso después de superar las rigurosas pruebas que generalmente preceden al despliegue, las aplicaciones podrían contener errores y deficiencias no detectadas, muchos de los cuales podrían permanecer inadvertidos bastante tiempo. Del mismo modo, las amenazas a la seguridad de los datos están en constante evolución, lo que posiblemente crea nuevos vectores de ataque y hace que las medidas de seguridad de la aplicación que un día fueron eficaces ahora se hayan quedado obsoletas.
Los parches permiten a los desarrolladores actualizar sus sistemas y aplicaciones, realizar tareas de mantenimiento y reparación, y mejorar el rendimiento y la facilidad de uso después del lanzamiento del software. Sin embargo, aunque los parches son esenciales para mantener actualizados los activos de TI, muchas empresas consideran que la gran cantidad de parches que se aplican a su software y sistemas puede crear problemas. Para garantizar que todas las tecnologías empresariales relevantes estén actualizadas y libres de vulnerabilidades de seguridad conocidas, las organizaciones recurren a la gestión de parches.
Las empresas modernas dependen en gran medida de software informático, que potencialmente abarca cientos, o incluso miles, de aplicaciones para optimizar los procesos internos, mejorar la comunicación, supervisar el rendimiento y mucho más. La gestión manual de parches para todas estas diferentes aplicaciones requiere mucho tiempo y aleja a los profesionales especializados de las actividades empresariales principales. La gestión manual de parches también es propensa a errores humanos y puede exponer vulnerabilidades o reducir el rendimiento de aplicaciones si se ignoran los parches o se aplican incorrectamente.
Una solución de gestión de parches eficaz elimina estos problemas. Mediante la aplicación de la automatización a las tareas de rastreo y a la instalación de actualizaciones, la gestión de parches ayuda a las organizaciones a considerar y supervisar todos los parches de software de los que dependen sus sistemas y dispositivos.
Aquí, analizamos detalladamente varias áreas específicas que se benefician de la gestión de parches:
Los atacantes están constantemente ideando nuevos enfoques e identificando debilidades de seguridad que puedan explotar. Cuando se identifican vulnerabilidades y se publican actualizaciones de seguridad, la gestión de parches garantiza que estas actualizaciones se apliquen inmediatamente, lo que reduce el riesgo para la organización y sus clientes.
Los nuevos peligros a menudo requieren nuevas regulaciones con respecto al manejo de los datos y la privacidad del consumidor. La gestión de parches ayuda a las organizaciones a seguir cumpliendo con las nuevas normas a medida que se introducen, protegiéndolas de las consecuencias de tener aplicaciones sin los parches pertinentes (y, por lo tanto, aplicaciones no conformes).
Los sistemas sin parches son más propensos a experimentar errores y bloqueos. La gestión de parches mantiene estos sistemas actualizados, de modo que las empresas no tengan que preocuparse por posibles tiempos de inactividad no deseados.
No todos los parches tienen que ver con la seguridad, el mantenimiento o la reparación; a menudo, los desarrolladores lanzan nuevas características en sus parches de software con el fin de mejorar su oferta de productos. Sin la gestión de parches, es posible que las empresas no estén aprovechando toda la funcionalidad de sus aplicaciones.
Los desarrolladores de software esperan que los usuarios se mantengan actualizados con todos los parches disponibles. De hecho, la mayoría se negará a respaldar las garantías del sistema, a menos que los usuarios estén trabajando con las versiones más recientes. De manera similar, es posible que algunos proveedores no estén dispuestos a proporcionar soporte al usuario para aplicaciones o sistemas sin parches.
Además de mejorar y reforzar las áreas abordadas anteriormente, la gestión de parches también tiene otras ventajas. Algunas de estas ventajas son:
Un porcentaje significativo de las infracciones cibernéticas está vinculado directamente a vulnerabilidades sin parches. Las empresas que no cumplan con su obligación de proteger los datos de los clientes pueden tener una responsabilidad legal al respecto. Una gestión de parches adecuada proporciona una línea de defensa fundamental, no solo para la información de los clientes, sino también para las organizaciones que la recopilan.
Pocas cosas son tan frustrantes para los clientes como las aplicaciones con errores que no funcionan según lo esperado. Gracias a la gestión de parches, las empresas orientadas al cliente pueden asegurarse de que sus ofertas tecnológicas funcionen como deberían, corrigiendo errores y vulnerabilidades a medida que surgen y ofreciendo al cliente una experiencia más positiva.
Un aspecto clave de la gestión de parches es identificar qué parches se deben aplicar. Con una provisión eficaz de parches, las organizaciones pueden supervisar las fuentes de inteligencia de parches para encontrar y aplicar actualizaciones relevantes a medida que se publican.
Cuando hay parches importantes pendientes que se deben desplegar y recursos limitados disponibles para hacerlo, la gestión de parches puede ayudar a priorizar las actualizaciones según el tipo, la gravedad o el proveedor, entre otros factores.
La programación automatizada puede establecer cuál es el momento óptimo para aplicar las actualizaciones, también durante las horas de cierre del negocio. Esto ayuda a minimizar el tiempo de inactividad del sistema y evita que los escenarios de reinicio afecten a la productividad.
La gestión de parches facilita el acceso a las políticas de parches, el rastreo de los cambios en el estado de la red, la identificación de los parches que faltan y los intentos fallidos de aplicación de parches, y la completa transparencia en tiempo real de todas las actualizaciones, programadas o no. Se pueden generar informes detallados con solo presionar un botón.
Una gestión de parches eficaz debe ser capaz de mucho más que la simple instalación de actualizaciones; para garantizar una aplicación de parches eficaz, eficiente y rentable, las organizaciones de éxito siguen una estrategia de gestión de parches. Estos son algunos pasos clave de esta estrategia:
- Hacer inventario de todos los activos de TI relevantes
Para que la gestión de parches sea eficaz, es necesario contar con un inventario completo de todas las aplicaciones y sistemas operativos, así como de sus tipos de versión, direcciones IP, propietarios y ubicaciones físicas. Puesto que la mayoría de los entornos de TI no son estáticos, programar el inventario frecuente de activos de TI ayuda a garantizar que se tiene constancia del número preciso de activos disponibles. - Estandarizar los activos con el mismo tipo de versión
La identificación y aplicación de parches resultan mucho más sencillas cuando los sistemas y sistemas operativos tienen el mismo tipo de versión. Se deben estandarizar los activos siempre que sea posible, de modo que los procesos de corrección posteriores se desarrollen con mayor fluidez. - Hacer inventario de todos los controles de seguridad
Con una imagen clara de cuáles son los activos de TI relevantes, el siguiente paso es realizar un inventario de todos los controles de seguridad que se aplican para protegerlos. Es importante tomar nota de lo que protege cada control y de los activos a los que está vinculado. - Relacionar las vulnerabilidades conocidas con los activos
Compara cada activo de TI relevante con todas las vulnerabilidades de las que se ha informado. Esto proporcionará información esencial para obtener una visión de los riesgos de seguridad para la organización. - Priorizar en función del riesgo
Después de comparar las vulnerabilidades conocidas con los activos de TI, las organizaciones deben clasificar y priorizar las iniciativas de parches según el riesgo que representan. En función de las necesidades de las organizaciones, los parches más importantes se pueden programar antes que las actualizaciones menos esenciales. - Probar los parches en un entorno seguro
Hay ocasiones en las que un parche puede generar problemas no deseados que pueden afectar negativamente a las aplicaciones, los sistemas o incluso a organizaciones completas. Antes de confiar completamente en un parche, debe probarse en una muestra representativa y en un entorno de pruebas controlado. - Aplicar actualizaciones
Una vez que los parches se han validado y se han establecido prioridades, es el momento de que la organización comience a aplicar las actualizaciones. Es aconsejable desplegar los parches en lotes para activos específicos, de modo que si surge algún problema después de la fase de prueba, solo afecte a un área limitada. - Supervisar para garantizar el éxito
Una vez desplegado un parche, se debe seguir rastreando el activo para identificar cualquier anomalía que pueda surgir a raíz de la actualización.
Son muchos los aspectos que dependen de los activos de TI de una organización, por lo que tiene sentido ser cauto cuando llega el momento de realizar procesos de gestión de parches. Considera las siguientes prácticas recomendadas para la gestión de parches:
La gestión intencional de parches, basada en una clara comprensión del propósito de las iniciativas, ayuda a mantener el compromiso con el éxito de todos los involucrados. La importancia de la gestión de parches debe entenderse bien y comunicarse en toda la organización. Esto ayudará a garantizar la adopción generalizada de cualquier solución de gestión de parches y el respaldo de los responsables de la toma de decisiones clave.
Cualquier equipo o individuo que desempeñe un rol activo en la gestión de parches deberá tener una comprensión clara de cuáles son sus responsabilidades, así como de cualquier métrica u objetivo relevante de los que sean responsables.
La gestión de parches debe ser más que un ideal; debe ser algo que se pueda medir y contabilizar. Aplicar los acuerdos de la organización (incluidos los acuerdos de nivel de servicio) ayuda a mantener a los equipos centrados y avanzando hacia sus objetivos.
Las aplicaciones y los sistemas informáticos son extremadamente complejos y siempre existe la posibilidad de que una nueva actualización genere problemas no deseados. Nunca debe implantarse un nuevo parche sin probarlo antes en un entorno controlado. Una vez que se haya aprobado, se recomienda aplicarlo primero a un grupo aislado de ordenadores antes de desplegarlo en toda una red.
Como se indicó anteriormente, la gestión de parches es responsabilidad de varios equipos y departamentos. Una comunicación eficaz entre todos los involucrados ayuda a prevenir disfunciones. Asimismo, es importante establecer un lenguaje común cuando se utiliza terminología técnica, de modo que todas las partes operen en sintonía.
Siempre es una buena idea establecer un plan e instruir a los equipos pertinentes sobre qué hacer en caso de que la solución de gestión de parches falle. Trabaja con los equipos de TI y gestión para crear y publicar dicho plan, y asegúrate de que incluya el mayor número de situaciones posible.
El software empresarial es todo menos estático; es una fusión dinámica y en constante evolución de sistemas y aplicaciones que se deben actualizar regularmente para garantizar la máxima eficacia. La gestión de parches permite a las empresas detectar y desplegar rápidamente parches de software tan pronto como se publican, lo que minimiza el riesgo de reducción del rendimiento y exposición a vulnerabilidades. Sin embargo, la gestión de parches es solo una parte de la solución. Para disfrutar de una resiliencia cibernética completa, las organizaciones de éxito confían en Security Operations (SecOps) de ServiceNow.
SecOps emplea herramientas de orquestación, automatización y respuesta de seguridad (SOAR), junto con una gestión de vulnerabilidades basadas en el riesgo, para lograr una transformación digital segura en toda la empresa. SecOps proporciona a los departamentos de TI una imagen completa de su posición en materia de seguridad, impulsando la agilidad operativa y ayudando a priorizar el riesgo y las medidas correctivas de TI. Además, puesto que una empresa es al menos tan dinámica como el software del que depende, SecOps agrupa las aplicaciones esenciales en paquetes ampliables, de modo que el software pueda crecer fácilmente a la par que la empresa, y satisfacer las necesidades cambiantes.
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