Aunque iOS solo representa alrededor del 18 % de la cuota de mercado, de las dos plataformas líderes, posiblemente sea la dominante. iOS es propiedad de Apple, empresa conocida principalmente por generalizar la informática móvil con la llegada de las tecnologías de iPhone y iPad.
La razón por la que iOS no se extiende a tantos dispositivos como Android es que no es de código abierto; iOS funciona exclusivamente en productos Apple. Asimismo, para crear aplicaciones para iOS, los desarrolladores deben utilizar un equipo Mac que ejecute OS X (el sistema operativo estándar para Mac).
Apple también proporciona herramientas y bibliotecas nativas para el desarrollo móvil, y recomienda a los desarrolladores utilizar el lenguaje de programación Swift de Apple.
Debido a que Apple mantiene un control muy estricto sobre los aspectos de hardware y software del desarrollo de iOS, el rendimiento de iOS suele tener gran capacidad de respuesta y es estable y fácil de usar. La fragmentación de dispositivos también es una preocupación menos importante, ya que Apple solo permite que sus aplicaciones se ejecuten en su propio hardware patentado. Por otro lado, al tener directrices más estrictas, es más difícil crear aplicaciones completamente personalizadas. Por otro lado, cualquier aplicación nueva de iOS debe enviarse a App Store con antelación para su revisión y aprobación.