Una suscripción de SaaS es un modelo de licencias de software en el que las aplicaciones basadas en la nube se pueden alquilar de forma periódica y se puede acceder a ellas a través de Internet.
El software como servicio (SaaS) ha alcanzado una gran popularidad en casi todos los sectores debido a que permite a las empresas ser más ágiles. Al migrar las soluciones de software del entorno local a la nube, las empresas evitan los gastos y las responsabilidades asociados con la gestión y el mantenimiento de costosos servidores internos. Al mismo tiempo, pueden mantener el software actualizado fácilmente con los nuevos parches y características, aumentar la velocidad de sus propias implementaciones y configuraciones de software, reducir la dependencia de personal de TI adicional y liberar a los profesionales internos para que puedan centrar sus esfuerzos en asuntos más estratégicos (en lugar de tener que dedicar su tiempo a gestionar el software en cuestión).
Con este modelo de software, el precio por suscripción es una opción natural. En lugar de vender licencias perpetuas, basadas en el pago de una tarifa única para el acceso continuo a una solución de software, los proveedores de SaaS pueden vender suscripciones de duración limitada. Estos proveedores conservan la plena propiedad del software en cuestión; lo que venden es el permiso para acceder al software en lugar del software en sí. A cambio, estos proveedores suelen comprometerse a proporcionar un servicio de mantenimiento continuo, reparaciones, soporte y actualizaciones, todo incluido en el precio de la suscripción. También se reservan el derecho de realizar cambios en el software y en los requisitos de acceso de los usuarios en cualquier momento, cuyos detalles se deben definir claramente en el acuerdo de licencia de usuario final (EULA).
Los orígenes de las empresas modernas de SaaS se remontan a las décadas de 1950 y 1960 con el desarrollo de la tecnología de tiempo compartido. En ese momento, las máquinas procesadoras eran enormes y extremadamente costosas, por lo que eran inaccesibles para la mayoría de las empresas. Para compensar los costes, algunas empresas alquilaban su tecnología en intervalos de tiempo para que el uso de las nuevas tecnologías resultase más asequible para todos los involucrados. Con el paso del tiempo, la tecnología se volvió cada vez más asequible y más fácil de mantener en el entorno local. Sin embargo, a mediados de la década de 1990 y principios de la década de 2000, a medida que el acceso público a Internet se incrementaba, las personas y las organizaciones comenzaron a confiar más en la conectividad en línea. Las primeras plataformas de CRM demostraron la viabilidad de las soluciones de software fuera de las instalaciones, y hoy en día, SaaS es uno de los enfoques más comunes para las licencias de software en todo el mundo.
En el marco de las suscripciones de SaaS, a menudo hay diferentes opciones de precios disponibles, que pueden incluir lo siguiente:
Los contratos anuales, que son quizás la forma más habitual del modelo de suscripción de SaaS, vinculan a los usuarios a un servicio específico durante un año. Los clientes abonan una cuota única por adelantado, con la opción de renovarla después de 12 meses. Aunque algunas empresas prefieren este método porque les permite operar sin tener que preocuparse por realizar pagos mensuales o trimestrales, también puede exacerbar los temores de compromiso entre los líderes de las empresas que tienen presupuestos ajustados que cumplir.
Las suscripciones de SaaS a corto plazo permiten a las organizaciones adquirir permisos de licencias con una periodicidad trimestral, mensual o de duración limitada. Los contratos a corto plazo reducen el peligro de compromiso, pues los usuarios pueden volver a evaluar y posiblemente sustituir a los proveedores de servicios con bajo rendimiento en un plazo corto. Además, el riesgo de que los clientes no renueven la suscripción obliga a los proveedores a mejorar continuamente sus productos. Al mismo tiempo, los proveedores a menudo pueden cobrar más por sus servicios en general de lo que cobrarían con contratos anuales.
Aunque a menudo se considera el contrapunto de los modelos de suscripción de SaaS estándar, el pago por uso puede ser un subconjunto de ellos. En un modelo de pago por uso, se cobra a los clientes en función la cantidad de datos u otros recursos que utilizan, o según la cantidad de usuarios en una cuenta específica. Esto permite a las empresas escalar el servicio sin preocuparse por pagar los servicios que no están utilizando. Los proveedores también pueden beneficiarse de este modelo, ya que les permite ajustar con mayor precisión los ingresos entrantes a los gastos.
Los micropagos, que son una extensión del modelo de pago por uso, en las suscripciones de SaaS generalmente conllevan sumas muy pequeñas de dinero a cambio de un acceso detallado a los servicios de software. Si bien cada transacción individual puede ser inferior a un euro (o posiblemente menor que un céntimo), las microtransacciones compensan estas cifras tan bajas con un volumen alto. Una microtransacción se distribuye en una gran base de usuarios y puede generar ingresos significativos para el proveedor, mientras que los bajos costes asociados con cada transacción ayudan a evitar que los clientes queden insatisfechos con el precio. Sin embargo, hay un obstáculo relacionado con los costes que los proveedores deben considerar, ya que muchas tarjetas de crédito (y transacciones sin tarjeta de crédito) podrían no admitir cantidades tan pequeñas para compras individuales.
El modelo de suscripción de SaaS tiene varias ventajas. Aquí, describimos algunos beneficios clave que merece la pena considerar:
Los modelos de suscripción de SaaS tienen un coste mucho menor que las opciones de precio tradicionales. En lugar de tener que presupuestar y tener en cuenta una gran compra única, los costes se pueden distribuir en cargos más pequeños y esperados, lo que facilita la planificación de presupuestos y es mucho más fácil incluirlos en los impuestos anuales.
Dado que los gastos de suscripción de SaaS son recurrentes y detallados, las organizaciones pueden predecir fácilmente con un alto grado de precisión exactamente cuáles serán sus gastos de SaaS durante un periodo determinado. Del mismo modo, las empresas pueden planificar el crecimiento mediante la proyección de gastos futuros basados en los precios actuales.
Para los proveedores de SaaS por suscripción, siempre existe una amenaza muy real de que la organización de un cliente decida cambiar a otro proveedor. Para evitar que esto ocurra, los proveedores deben ser capaces y estar dispuestos a proporcionar el mejor soporte posible. Esto también se extiende al servicio en sí; si no es fácil de usar, intuitivo y potente, los usuarios terminarán su suscripción y pasarán a otro proveedor. Esto significa que existe una gran competencia entre los proveedores de suscripciones de SaaS por ofrecer una experiencia del cliente satisfactoria.
Cuando las empresas crecen o se contraen para satisfacer la demanda, sus recursos de TI deben expandirse o contraerse en consecuencia. La suscripción de SaaS ofrece la flexibilidad de hacerlo; las organizaciones pueden realizar cambios fácilmente en sus acuerdos de suscripción para adaptarse al aumento o la disminución de las necesidades de datos. Esto garantiza que las empresas tengan la cantidad óptima de recursos de software disponibles cuando los necesiten.
Las ciberamenazas son peligros activos y en evolución. Para protegerse, las empresas necesitan una seguridad de software que sea dinámica. El sustento de los proveedores de suscripciones de SaaS depende de su capacidad de ir un paso por delante de los diversos vectores de amenaza que se dirigen a sus clientes. Esto significa no solo emitir parches y soluciones para cualquier nueva debilidad descubierta, sino también buscar de forma proactiva y sin descanso cualquier carencia no descubierta para subsanarla antes de que un atacante la aproveche. En la mayoría de los casos, estas actualizaciones se despliegan automáticamente, sin interrupción del servicio.
En el mundo empresarial actual, las organizaciones deben poder dar un giro rápidamente para aprovechar las nuevas oportunidades o responder a situaciones emergentes. La suscripción de SaaS hace esto posible, ya que ofrece la libertad de probar nuevos enfoques, implementar nuevos servicios o incluso probar otros proveedores con el fin de encontrar las soluciones más adecuadas para necesidades específicas. Y si estos ensayos no arrojan resultados positivos, las organizaciones pueden volver a sus suscripciones anteriores cuando la suscripción actual expira. La ausencia de dependencia del proveedor y las herramientas es una gran ventaja que ayuda a la suscripción de SaaS a diferenciarse de las licencias perpetuas tradicionales.
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