El desarrollo continuo es un método iterativo para el desarrollo de aplicaciones de software en el que se lanzan actualizaciones en lotes pequeños continuos.
Hasta hace poco, casi todos los procesos de desarrollo de software seguían el mismo enfoque básico. El software atravesaba varias fases de desarrollo, como la implementación, las pruebas, la revisión, etc., hasta que finalmente estaba listo para que el cliente lo implementara. Aunque, como es lógico, había ciertas necesidades de mantenimiento continuo o parches posteriores, el producto completo se desarrollaba desde el principio en su totalidad, antes de que el usuario final tuviese oportunidad de emplearlo.
Lamentablemente, esto redundaba en ciclos de desarrollo extremadamente largos y, a menudo, conllevaba una mala experiencia del cliente; después de todo, si el producto lanzado no cumplía con todas las expectativas del usuario, volver a las fases de revisión y prueba era complicado y requería mucho tiempo, lo que provocaba la insatisfacción de los clientes.
El desarrollo continuo es una solución a estos problemas; forma parte de la metodología Agile e incorpora muchos procesos de DevOps, y funciona en incrementos más pequeños, permitiendo que los equipos de software lancen sus productos rápidamente. Esto permite realizar mejoras continuas tras la implementación.
El desarrollo continuo de software es un término que abarca una variedad de principios de Agile, como CI/CD, que son una alternativa a los métodos de desarrollo en cascada. Como tal, acarrea varias ventajas relacionadas con Agile. Algunos de los beneficios más destacados del desarrollo continuo incluyen los siguientes:
Dicen que ninguna estrategia sobrevive al contacto con el enemigo, y este aforismo militar puede adaptarse a la entrega del software; puedes hacer tantas pruebas y modificaciones como desees, pero a menudo la prueba que realmente muestra dónde se necesitan mejoras es la prueba que realiza el usuario final. La implementación continua permite a las organizaciones cambiar, actualizar, mejorar y corregir fácilmente las aplicaciones después de que hayan llegado a las manos del cliente. Esto significa que puedes seguir mejorando la calidad de tu software hasta que alcance su máximo potencial.
Las aplicaciones de software sin errores son el sueño de cada equipo de desarrollo. Gracias al desarrollo continuo, ese sueño cada vez está más cerca de ser una realidad. Al no limitar las actualizaciones a los ciclos previos a la implementación o a la actualización ocasional de lotes grandes, el desarrollo continuo facilita la ejecución de pruebas, incorpora retroalimentación e identifica y corrige errores. Las actualizaciones se pueden realizar en cualquier momento, sin la molestia de tener que pasar por una versión a gran escala.
Un aspecto vital de DevOps y Agile es la automatización. De manera similar, la automatización juega un papel clave en el desarrollo continuo, lo que permite que cualquier cambio o mejora en curso se analice en busca de errores y se cargue automáticamente, sin forzar a los desarrolladores a encargarse de estas tareas manualmente. El resultado es la capacidad de liberar a los equipos experimentados de responsabilidades repetitivas que consumen mucho tiempo y, en su lugar, les permite dedicar sus esfuerzos a cuestiones más estratégicas. Incluso en entornos altamente regulados, ahora es posible automatizar los procesos de gestión para garantizar el cumplimiento normativo y de auditoría durante la entrega continua.
La liberación de un gran lote de actualizaciones de software conlleva un riesgo inherente a la TI; si hay un defecto, puede ser extremadamente difícil identificarlo y aislarlo entre todos los demás cambios, y realizar un mantenimiento adicional de la aplicación lleva mucho tiempo. El desarrollo incremental hace que sea mucho más fácil validar los cambios, uno a uno, minimizando el impacto en otras tareas de desarrollo del proyecto.
Una mejor calidad, un menor riesgo, una mejor productividad y las demás ventajas del desarrollo continuo representan un beneficio importante: un menor gasto. Como los desarrolladores pueden hacer más con menos, y a medida que las organizaciones disfrutan de ciclos de desarrollo reducidos y de un mantenimiento más fácil, el coste general de ofrecer un proyecto que satisfaga las necesidades de los usuarios disminuye. Esto se traduce en un mayor ROI en el desarrollo de software.
En esencia, el desarrollo continuo acelera el desarrollo de software. Esto permite que los equipos de desarrollo logren más en menos tiempo y proporciona a los clientes un acceso más rápido a las aplicaciones que se mejoran de manera más rutinaria a través de actualizaciones continuas. Más específicamente, la importancia del desarrollo continuo está ligada a lo siguiente:
Puede ser difícil que los desarrolladores se alejen de un proyecto para luego tener que retomarlo en días, semanas o incluso meses. El desarrollo continuo es esencialmente una retroalimentación continua; los desarrolladores pueden recopilar y responder a los comentarios en tiempo casi real, haciendo ligeras correcciones cuando sea necesario y continuando su trabajo en proyectos específicos mientras los detalles aún les son familiares.
El empleo de pruebas automatizadas no solo libera a los desarrolladores de algunas responsabilidades, sino que también permite identificar rápidamente y con precisión errores, vulnerabilidades, defectos y fallos. Los desarrolladores pueden abordar estos problemas conforme surgen, eliminando los problemas del código antes de que puedan convertirse en algo más perjudicial.
En DevOps, las puertas de calidad son verificaciones de integridad del código. Si el código no cumple con un determinado umbral predefinido de estándares de calidad, entonces la puerta puede detener un desarrollo o incluso darlo por fallido. Se pueden establecer puertas para garantizar que cada proyecto cumpla con ciertos criterios, no solo por la calidad del código, sino también por la seguridad y otros factores. El desarrollo continuo, cuando se combina con las soluciones de automatización adecuadas, permite a los equipos hacer cumplir puertas de calidad y entregar automáticamente todos los cambios de codificación para su inspección y validación. Las puertas de calidad pueden formar parte de una estrategia de gestión más amplia que se integra con otros sistemas para garantizar el cumplimiento.
Por lo general, el enfoque tradicional en cascada adopta la forma de una línea de ensamblaje, con los miembros del equipo que hacen su parte y luego envían el proyecto a la siguiente persona en la secuencia. Por su parte, el desarrollo continuo mantiene a los desarrolladores involucrados en todo el ciclo de producción. Esto significa que se involucran más en el proyecto final, creando una cultura de "quien lo escribe, es el propietario", basada en los principios fundamentales de DevOps.
Aunque la implementación de una herramienta de CI/CD puede ser un paso esencial hacia el desarrollo continuo, no son estrictamente sinónimos. CI/CD significa integración continua/entrega continua, dos prácticas diferentes que colaboran para ayudar a respaldar el desarrollo continuo. El canal de CI/CD posibilita la entrega automatizada de software a través de la codificación, las pruebas y la entrega. Además, el desarrollo continuo también incluye otras prácticas, como la implementación continua y las pruebas continuas. A continuación, observaremos detenidamente las diferencias en cada práctica:
Se aplican cambios de distintos desarrolladores, que se integran en el producto principal a la mayor brevedad. Los cambios se validan mediante pruebas automatizadas para evitar problemas relacionados con la integración.
La entrega continua es el paso siguiente a la integración continua; implementa automáticamente todos los códigos verificados y los pasa desde la etapa de desarrollo a entornos de prueba o producción. La entrega continua trasciende las pruebas automatizadas y emplea un proceso de lanzamiento automatizado.
El despliegue continuo elimina eficazmente un paso en el proceso de entrega. Cuando la entrega continua envía cambios de código a otros entornos de prelanzamiento, el despliegue continuo omite todo eso y pone en marcha cada actualización validada de prueba, que pasa a las manos del usuario final.
Las pruebas continuas son una práctica dentro del desarrollo continuo que interactúa con cualquier otra práctica. Las pruebas automáticas y continuas ayudan a garantizar que los cambios en el futuro sean eficaces y de calidad suficiente. Sin la realización de pruebas continuas, poco podría hacerse para evitar que la integración, la entrega o el despliegue continuos implementasen o impulsaran cambios erróneos o de código deficiente.
El desarrollo continuo permite a las organizaciones adoptar un enfoque más ágil en el desarrollo de software. Sin embargo, sin las herramientas adecuadas y sin soluciones de automatización, lograr un desarrollo continuo puede ser excesivamente complicado. ServiceNow combina las capacidades de Strategic Portfolio Management, DevOps Change Velocity (ITSM Pro) y su plataforma para añadir automatización y conocimientos al desarrollo continuo de software, además de facilitar la gestión del flujo de valor. Con un desarrollo continuo conectado a ServiceNow, las empresas pueden acelerar el cambio y, al mismo tiempo, evitar los fallos, dar a sus desarrolladores más tiempo con sus propias herramientas y capturar nuevas perspectivas factibles para una auditoría más sencilla y una planificación estratégica más eficaz.
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