Desde la aparición del concepto de comercio, existen personas responsables de trabajar con los productos para la venta y gestionarlos. Sin embargo, la gestión de productos como papel específico y definido no surgió hasta la década de 1930, cuando Procter & Gamble (P&G) introdujo el concepto de "brand men" (responsables de marca) para gestionar productos específicos y favorecer su éxito en el mercado. Este cargo se centraba en comprender el comportamiento de los consumidores, supervisar el marketing de los productos y garantizar su rentabilidad. A medida que las industrias se volvieron más complejas y empezaron a recurrir a la tecnología, la función evolucionó.
A finales del siglo XX, sobre todo con el auge del software y los productos digitales, la gestión de productos se había ampliado más allá del marketing para abarcar todo el ciclo de vida del producto, desde la concepción hasta el lanzamiento y más allá. En la actualidad, los gestores de productos son fundamentales en muchas organizaciones y garantizan que los productos se ajusten a las necesidades del cliente y a los objetivos empresariales. Su papel es polifacético y combina elementos de estrategia, diseño, ingeniería y marketing para garantizar que el producto no solo cumpla con los requisitos técnicos sino que cale entre los usuarios.
Las responsabilidades de un gestor de productos son diversas y abarcan diferentes etapas del ciclo de vida de un producto. Estas son algunas de las funciones clave que desempeñan:
Estrategia
Los gestores de productos desarrollan una visión clara del producto y una hoja de ruta en consonancia con los objetivos generales de la empresa y las oportunidades del mercado. Esto implica fijar objetivos a largo plazo y esbozar los pasos necesarios para alcanzarlos.
Evaluación de ideas
La evaluación de nuevas ideas y mejoras de productos es un aspecto importante de la gestión de productos. Esto incluye analizar la demanda del mercado, la viabilidad del producto y si la idea ayudará a la organización a alcanzar sus metas. De este modo, pueden dar prioridad a las ideas más prometedoras.
Análisis de las necesidades de los clientes
A través de entrevistas, encuestas y estudios de mercado, los gestores de productos recopilan e interpretan los comentarios de los clientes. Comprender por qué los clientes compran los productos y cómo los utilizan es esencial para desarrollar soluciones basadas en el valor.
Organización de equipos
Los gestores de productos coordinan equipos multifuncionales (incluidos los de ingeniería, marketing, ventas y soporte de atención al cliente) para garantizar que todos trabajan en aras de objetivos comunes.
Pruebas de programas
Los gestores de productos supervisan los programas beta y piloto. Esto incluye recibir y aplicar comentarios en iteraciones posteriores.
Defensa del cliente
Al ser la voz de los clientes dentro de la organización, el gestor de productos defiende sus necesidades y se asegura de que se aborden sus quejas a lo largo del proceso de desarrollo del producto.
Priorizar prestaciones
Los gestores de productos gestionan las peticiones pendientes sobre los productos dando prioridad a las prestaciones y mejoras en función de varios factores, como el impacto en el cliente, el valor empresarial, la viabilidad técnica y la estrategia general del producto.
Gestión de lanzamientos
Estos profesionales planifican y supervisan los lanzamientos de productos, coordinándose con los equipos pertinentes para garantizar el éxito y la ausencia de problemas.
Análisis y documentación del progreso
Los gestores de productos evalúan y documentan de forma rutinaria el rendimiento del producto, las tendencias del mercado y los comentarios de los clientes. Crean informes detallados para comunicar el progreso a las distintas partes interesadas.
Ciertas habilidades interpersonales y estratégicas ayudan a los gestores de productos a colaborar de forma eficaz, al tiempo que dirigen a sus equipos para hacer realidad la visión del producto. Por ejemplo:
Habilidades de comunicación
Unas sólidas habilidades de comunicación ayudan a los gestores de productos a colaborar eficazmente con las partes interesadas, los ejecutivos y los equipos de productos. Deben ser capaces de transmitir la visión del producto y los comentarios del mercado, así como garantizar que todos los miembros del equipo estén coordinados durante todo el ciclo de vida del producto.
Empatizar con los usuarios
Al identificar y evaluar los desafíos a los que se enfrentan los usuarios en lo que respecta al producto, los gestores pueden garantizar que el producto proporciona una experiencia de usuario perfecta y satisface las necesidades reales de los clientes.
Habilidades de gestión de personal
Los gestores de productos confían en sus sólidas habilidades de gestión para ayudar a las personas y a los equipos a rendir al máximo. Se trata de una gran responsabilidad, que incluye desde motivar a los miembros del equipo y resolver conflictos hasta fomentar un entorno de colaboración en el que todos comprendan los objetivos comunes y se esfuercen por alcanzarlos.
Habilidades de gestión de proyectos
Una sólida gestión de proyectos mantiene a todos los equipos (marketing, diseño, ingeniería, etc.) en sintonía con la visión del producto. Esta habilidad permite a los gestores de productos asegurarse de que los proyectos vayan por el buen camino, se entreguen a tiempo y tengan el alcance previsto.
Pensamiento estratégico
El pensamiento estratégico permite a los gestores de productos priorizar e implementar ideas que puedan tener el impacto más significativo en la empresa o la marca.
Además de las habilidades interpersonales, los gestores de productos eficientes también deben poseer un sólido conjunto de habilidades técnicas, entre las que deben incluirse las siguientes:
Análisis de datos
La competencia en el análisis de datos permite a los gestores de productos diagnosticar problemas, rastrear las métricas de rendimiento y establecer correlaciones entre los comportamientos de los usuarios y el valor a largo plazo.
Pruebas A/B
Saber cómo realizar pruebas A/B permite a los gestores de productos determinar qué elementos de diseño, estrategias de marketing o características de producto funcionan mejor. Al probar diferentes variaciones, pueden tomar decisiones informadas para mejorar las tasas de conversión y la satisfacción del usuario.
Optimización de la tasa de conversión
La optimización de la tasa de conversión implica garantizar que el producto se dirige eficazmente al público adecuado y ofrece un valor claro. Los gestores de productos aplican esta habilidad para aumentar el porcentaje de usuarios que realizan las acciones que se buscan, como completar una compra o suscribirse a un servicio.
Diseño de la experiencia de usuario
Entender los principios de diseño de la experiencia de usuario es importante para crear productos más intuitivos y sin obstáculos para los usuarios.
Habilidades de estudio de mercado
Los gestores de productos deben ser expertos en estudios de mercado para evaluar la viabilidad de los productos y sus características. Recopilar e interpretar los comentarios de los usuarios, comprender las tendencias del mercado y evaluar los entornos competitivos son valiosas habilidades.
Planificación y priorización de la hoja de ruta
Planificar y establecer prioridades para los elementos de la hoja de ruta del producto ayuda a garantizar que su desarrollo sigue el camino marcado.
Desarrollo de productos Agile
La familiaridad con las metodologías Agile permite a los gestores de productos guiar el desarrollo en sus distintos ciclos iterativos. Este enfoque permite una mejora rápida y continua basada en los comentarios de los clientes, al tiempo que ayuda a que el proceso de desarrollo siga siendo flexible.
Familiaridad con las herramientas de IA
Ahora que la IA está cobrando cada vez más relevancia en el desarrollo de productos, los gestores de productos que conocen y utilizan las herramientas basadas en ella disfrutarán de una ventaja competitiva. Se espera que esta habilidad gane importancia a medida que la IA siga dando forma al futuro de la gestión de productos.
A menudo, la función de gestor de productos requiere más apoyo en el nivel de base. En estos casos, puede ser necesario que los equipos contraten a un responsable de producto. Son puestos parecidos, pero tienen responsabilidades distintas, en particular en lo que respecta al enfoque y el alcance.
Responsable de producto
El responsable de producto trabaja estrechamente con las partes interesadas internas, en particular el equipo de desarrollo, para convertir la visión del producto en tareas procesables. Son responsables de gestionar el trabajo pendiente del equipo, garantizar que el equipo de desarrollo trabaje en las prioridades correctas y ejecutar el plan para alcanzar los objetivos del producto. El responsable de producto está profundamente involucrado en las actividades diarias del equipo, ayuda a despejar cualquier obstáculo y garantiza que el equipo se mantenga centrado en la obtención de valor. En prácticas Agile (como Scrum), el responsable de producto orienta el enfoque del equipo hacia la visión compartida y los objetivos de los sprints.
Gestor de productos
El gestor de productos opera a un nivel más estratégico, colaborando con las partes interesadas, tanto internas como externas, para definir la visión del producto, establecer metas a largo plazo y esbozar las expectativas de éxito. Mientras que el responsable de producto se centra en la ejecución, el gestor de productos está más involucrado en la planificación de alto nivel y en lograr un sólido retorno de la inversión (ROI). Trabaja conceptualmente, estableciendo la dirección que sirve de guía al responsable de producto y al equipo de desarrollo.
Por simplificar, el gestor de productos planifica la dirección estratégica del producto, mientras que el responsable de producto se centra en ejecutar esa estrategia con el equipo de desarrollo.
Existe cierto solapamiento entre el cargo de gestor de productos y los de gestor de programas y gestor de proyectos. Aunque cada uno de ellos es un puesto operativo vinculado al proceso de desarrollo de productos, sus responsabilidades y áreas de acción difieren significativamente. A continuación hay un desglose breve de las características únicas de cada uno de ellos y sus diferencias:
Gestor de programas
Un gestor de programas supervisa un conjunto de proyectos relacionados con el fin de alcanzar un objetivo estratégico mayor. Su principal objetivo es orientar estos proyectos para alcanzar los resultados empresariales y garantizar que todas las iniciativas del programa contribuyan a los objetivos generales. Definen el éxito en un nivel superior y proporcionan orientación estratégica a los equipos que ejecutan estos proyectos. A diferencia de los gestores de productos, los gestores de programas a menudo trabajan en varias iniciativas a gran escala y son responsables de coordinar esfuerzos entre departamentos, asegurándose de que todos los engranajes se coordinan eficazmente.
Gestor de proyectos
El rol de un gestor de proyectos es más táctico y se centra en la ejecución de un proyecto específico. Rastrean el progreso con respecto a los objetivos establecidos, gestionan los plazos y los presupuestos, y garantizan que los equipos van bien encaminados para alcanzar los resultados. A diferencia de los gestores de programas, que analizan el impacto empresarial más general de varios proyectos, los gestores de proyectos se centran en completar proyectos individuales de forma eficiente y eficaz. Su éxito se suele medir por el cumplimiento de los plazos y el presupuesto establecidos para un proyecto. Aunque es posible que aborden algunas tareas relacionadas con la gestión de productos, como el rastreo del progreso, los gestores de proyectos suelen tener menos autonomía y no son responsables de la dirección estratégica.
Gestor de productos
Los gestores de productos se centran en definir la visión del producto, identificar las necesidades del cliente y trabajar estrechamente con los equipos de ingeniería para garantizar que el producto está alineado con los objetivos empresariales. A diferencia de los gestores de programas y proyectos, los gestores de productos tienen un alto grado de autonomía y están directamente involucrados en la estrategia de los productos. Sus responsabilidades giran en torno a garantizar que el producto ofrezca valor a los usuarios, además de cumplir los objetivos empresariales
Para prosperar como gestor de productos, necesitarás acumular un profundo conocimiento de tu sector y del mercado en general, al tiempo que perfeccionas tus capacidades de toma de decisiones. Estas son algunas prácticas fundamentales que puedes aplicar a tu carrera profesional:
Agudiza tu capacidad para discernir prioridades
Un gestor de productos debe tomar decisiones difíciles sobre dónde asignar los recursos y el tiempo. Aprende a sopesar los pros y los contras de cada opción para asegurarte de que tus decisiones están en línea con los objetivos empresariales generales.
Conoce bien el entorno
Antes de tomar cualquier decisión importante, tómate el tiempo necesario para comprender del todo la dinámica existente, incluidos el historial del producto, la base de clientes y los procesos internos. Con estos conocimientos, podrás tomar decisiones más inteligentes y estratégicas.
Delega siempre que sea posible
No puedes (ni debes) tomar todas las decisiones; puedes (y debes) establecer un marco de trabajo que permita a tu equipo actuar de manera independiente en consonancia con unas pautas claras. Al hacerlo, fomentarás un sentido de propiedad y ayudarás al equipo a actuar con agilidad.
Conoce a la gente si quieres influir en ella
Ejercer una influencia no siempre requiere imponer tu autoridad. Desarrolla unas relaciones sólidas escuchando activamente a tu equipo y a las partes interesadas, y adapta tu estilo de comunicación para que conecte con sus personalidades únicas.
Empezar como gestor de productos puede ser abrumador, pero centrarse en las áreas adecuadas puede ser la clave del éxito. Estos son algunos consejos esenciales para los recién llegados al puesto:
Empieza con una base estratégica sólida
Cada decisión debe estar fundamentada en una comprensión clara de los objetivos del producto. Antes pasar a la ejecución, establece un marco de trabajo estratégico claro.
Conoce a fondo a tus clientes
Los mejores productos son los que resuelven problemas reales para personas reales. Dedica tiempo a comprender las necesidades de los clientes interactuando con ellos directamente y analizando los datos de los que dispongas.
Fomenta relaciones sólidas con el equipo
El éxito en la gestión de productos depende de la colaboración. Genera confianza y crea líneas de comunicación abiertas con tus equipos de desarrollo, diseño, marketing y ventas para optimizar la coordinación entre departamentos.
No aceptes todas las peticiones
Recibirás una avalancha de solicitudes de las diferentes partes interesadas. Desarrolla un sistema para discernir las prioridades y acostúmbrate a retrasar o rechazar las tareas que no encajen en tu estrategia.
Deja un margen para el crecimiento
Ser competente en la gestión de productos lleva tiempo. Sé paciente con tu propia evolución mientras aprendes y te adaptas, y no tengas miedo de cometer errores: son una parte fundamental del proceso de aprendizaje.
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