En el ámbito de las operaciones industriales surgen constantemente nuevos conceptos y tecnologías. La tecnología operativa (OT) no es ninguna novedad. De hecho, lleva más tiempo en uso que la mayoría de las tecnologías de la información (TI). Se debe a que la tecnología operativa ha sido durante mucho tiempo la columna vertebral de los entornos industriales y la base de los sistemas que gestionan y controlan los procesos físicos.
Los sistemas de TO garantizan que los equipos críticos de todos los sectores funcionen de forma eficiente y segura, desde la fabricación hasta la producción de energía. A menudo, la OT trabaja entre bastidores y mantiene los procesos esenciales funcionando sin problemas. Sin embargo, a pesar de que tiene un lugar establecido, la tecnología operativa no es estática, sino que evoluciona continuamente para aprovechar los nuevos avances. Como las herramientas digitales ganan terreno, la integración de datos entre la OT y los sistemas de IT está haciendo posible que las operaciones industriales creen entornos más inteligentes y conectados.
Al igual que ocurre con la tecnología de la información, la tecnología operativa hace referencia a una enorme gama de sistemas y dispositivos. La OT cuenta con una amplia variedad de componentes diseñados para completar distintas tareas. Entre los componentes más comunes de la OT se encuentran los siguientes:
- Sistemas de control industrial (ICS)
Son los sistemas generales que automatizan y gestionan procesos industriales complejos. - Sistemas de control distribuido (DCS)
Los DCS gestionan y controlan los procesos de producción desde un único lugar, lo que permite la automatización localizada en instalaciones como fábricas y centrales eléctricas. - Control y adquisición de datos (SCADA)
Los SCADA recopilan datos de sensores distribuidos y los envían a una ubicación central para monitorizarlos y controlarlos en tiempo real, lo que permite mantener infraestructuras a gran escala como las redes de los servicios públicos. - Controladores lógicos programables (PLC)
Los PLC son ordenadores especializados que hacen tareas específicas y repetitivas, a menudo en líneas de producción o en equipos de montaje, para mejorar la fiabilidad de los procesos. - Unidades terminales remotas (RTU)
Las RTU recopilan datos de ubicaciones lejanas o de difícil acceso y los retransmiten a sistemas centrales. Estos sistemas se encuentran habitualmente en sectores como la gestión del agua y los servicios eléctricos. - Interfaces humano-máquina (HMI)
Las HMI proporcionan información en tiempo real sobre el estado de los sistemas y permiten a los operadores interactuar y controlar el equipo según sea necesario, lo que ayuda a tener más información sobre las situaciones. - Dispositivos del Internet industrial de las cosas (IIoT)
Son una variedad más especializada de las tecnologías del Internet de las cosas (IoT) tradicionales. Estos sensores y actuadores conectados se emplean en las operaciones inteligentes, ya que recopilan y comparten datos de activos físicos industriales, un componente clave de los avances de la industria 4.0.
La gestión de tecnología operativa (OTM) es la práctica de monitorizar, proteger y mantener los sistemas y dispositivos que controlan los procesos industriales. Una gestión eficaz de la OT garantiza que los sistemas y los procesos físicos más importantes funcionen según lo previsto y minimiza los riesgos vinculados al tiempo de inactividad no previsto y a otras interrupciones en las operaciones. La gestión de la tecnología operativa ha ido creciendo, ya que las industrias cada vez conectan más la OT con las redes de TI. Una mayor integración de OT y TI permite aumentar la visibilidad y la eficiencia de todas las operaciones. Mediante la implementación de prácticas de gestión de OT completas, las organizaciones pueden monitorizar el estado de los activos, optimizar la respuesta a incidentes y mejorar la resiliencia frente a las amenazas de ciberseguridad y los riesgos operativos, lo que facilita la protección de la infraestructura crítica. Además, permite obtener información clara para respaldar una toma de decisiones más basada en datos.
¿Cómo funciona la gestión de tecnología operativa?
En otras palabras, la OTM ayuda a las organizaciones industriales a monitorizar y proteger sus activos y sistemas físicos. A continuación, se incluye un desglose de los principales pasos de la gestión de tecnología operativa:
- Identificación y monitorización de activos
Las organizaciones comienzan por identificar todos los activos de OT, incluidas la maquinaria, los controladores, los sensores y los dispositivos conectados. Una vez identificados, estos activos se monitorizan continuamente para garantizar su rendimiento y seguridad. - Recopilación y análisis de datos
Los sistemas de OT generan enormes cantidades de datos. Las plataformas de OTM recopilan esos datos y los analizan para hacer un seguimiento de las métricas de rendimiento, detectar anomalías y proporcionar información para la optimización y el mantenimiento. - Evaluación de riesgos e implementación de la seguridad
La OTM evalúa los riesgos de seguridad asociados a los activos de OT e implementa medidas de protección como la segmentación de la red y los controles de acceso. Este paso sirve para mitiga vulnerabilidades que se podrían aprovechar.Alertas automatizadas y protocolos de respuesta - El sistema envía alertas cuando detecta irregularidades o amenazas. Además, puede implementar protocolos de respuesta, lo que le permite abordar los incidentes automáticamente.
- Programación y optimización del mantenimiento
En base a la información obtenida del análisis de datos, la OTM programa tareas preventivas de mantenimiento para reducir el riesgo de tiempo de inactividad. Además, identifica formas de mejorar la eficiencia operativa, lo que ayuda a prolongar la vida útil de los equipos. - Cumplimiento y presentación de informes
La OTM ayuda a garantizar que todas las operaciones de OT cumplan con los estándares normativos y produce informes útiles para las auditorías y para asegurar que se cumplan los requisitos.
La seguridad de la tecnología operativa abarca las prácticas y herramientas utilizadas para proteger los sistemas de OT frente a las ciberamenazas. Para ello, se necesitan estrategias de seguridad especializadas que aseguren su disponibilidad y protejan sus protocolos operativos únicos. La seguridad de la OT se centra en garantizar un tiempo de uso constante del sistema, monitorizar las vulnerabilidades y defenderse de los ataques, especialmente los dirigidos a los sistemas heredados.
¿Por qué es importante la seguridad de la OT?
La seguridad de la OT es crucial porque no solo protege los activos de una organización, sino también la seguridad pública y los servicios esenciales. Las interrupciones en la infraestructura de la OT pueden hacer que la producción se detenga, que la distribución de energía se vea comprometida, que se corte el suministro de agua o algo peor, lo que podría tener graves repercusiones tanto para las organizaciones como para el público en general. Los ciberataques dirigidos a la OT pueden dañar las instalaciones físicas y afectar a los servicios críticos, y pueden provocar daños medioambientales o suponer un riesgos para la salud humana. Además, proteger eficazmente la OT ayuda a cumplir las normativas y reduce el riesgo operativo al garantizar una visibilidad y un control coherentes de los entornos de OT. La monitorización continua, la detección agresiva de amenazas y la gestión de vulnerabilidades permiten a las organizaciones defenderse ante posibles incidentes y responder rápidamente a ellos antes de que lleguen a ser problemas graves.
¿Qué riesgos implica la seguridad de la OT?
Las organizaciones pueden enfrentarse a desafíos únicos a la hora de proteger los entornos de OT. Estos son algunos de los riesgos más acuciantes de la seguridad de la OT:
- Riesgos derivados de la convergencia intencionada entre TI y OT
La integración de los sistemas de TI y OT ofrece ventajas claras para la eficiencia operativa y el uso compartido de datos. Sin embargo, también amplía la superficie de ataque, lo que hace posible que las ciberamenazas se muevan entre los activos de TI y los de OT. Para contrarrestar esta situación, implementa la segmentación de red para ayudar a aislar las redes de OT y emplea cortafuegos y sistemas de detección de intrusiones específicos para los entornos de OT. Aplica los principios de confianza cero para controlar el acceso entre los sistemas de TI y OT. - Riesgos derivados de la convergencia no intencionada entre TI y OT
Incluso cuando se pretende que los sistemas de TI y TO permanezcan separados, pueden producirse conexiones inintencionadas. Forma a los empleados sobre políticas de uso seguro de los dispositivos, monitoriza el acceso a la red para detectar dispositivos no autorizados e implementa controles de seguridad estrictos de los terminales para evitar que los dispositivos no aprobados se conecten a redes de OT. - Ciberataques internos
El personal interno con acceso a los sistemas de OT puede introducir malware de forma intencionada o accidental, o bien interrumpir las operaciones de cualquier otra forma. Esta situación es especialmente peligrosa, ya que muchos dispositivos de OT carecen de controles de autenticación sólidos. Usa controles de acceso basados en funciones para limitar los permisos de los usuarios e implementa la autenticación multifactor para cualquier empleado que acceda a una infraestructura de OT crítica. - Errores humanos
Los errores de configuración, las instalaciones de software no autorizado y las prácticas inseguras pueden dañar los sistemas industriales y, normalmente, tienen su origen en usuarios humanos que introducen vulnerabilidades de seguridad de forma involuntaria. Imparte de forma regular cursos de formación sobre ciberseguridad centrados en las prácticas recomendadas de OT y establece protocolos integrales de gestión de cambios para asegurarte de que todos los cambios de los sistemas de OT se revisen y aprueben. - Aumento del riesgo procedente del IIoT
Es posible que los dispositivos del IIoT no tengan características de seguridad integradas, lo que los convierte en uno de los principales vectores para los accesos no autorizados. Aplica controles de acceso estrictos para el IIoT, usa el cifrado para proteger los datos en tránsito y mantén un inventario actualizado de los dispositivos conectados para identificar y abordar las vulnerabilidades desde el principio.
Como se ha mencionado anteriormente, la tecnología operativa lleva mucho tiempo en uso, aunque el término "tecnología operativa" es relativamente nuevo. Se acuñó para ayudar a distinguir los sistemas que controlan los procesos físicos de los de TI, que se ocupan principalmente del procesamiento de la información.
- Tecnología de la información
La TI se encuentra detrás de casi todos los procesos comerciales y está fuertemente vinculada a la transformación digital. Esta tecnología opera en entornos informáticos tradicionales, como centros de datos, plataformas de nube, dispositivos de usuario final y otros elementos de la infraestructura de TI. La seguridad de la TI se centra en la protección de los datos y el control de los accesos, y los sistemas se actualizan con frecuencia para abordar las vulnerabilidades y mejorar el rendimiento. - Tecnología operativa
La OT se encarga de monitorizar y controlar los procesos físicos esenciales para sectores como la fabricación y los servicios públicos. Esta tecnología se emplea en entornos industriales y se sirve de componentes especializados. La seguridad de la OT prioriza la protección y la funcionalidad de la maquinaria; las actualizaciones del sistema se programan y gestionan minuciosamente para evitar las interrupciones operativas.
Es importante tener en cuenta estas diferencias. Además, se debe observar que la TI y la OT están cada vez más vinculadas. Esta creciente convergencia entre TI y OT ofrece una mejora en el intercambio de datos, la eficiencia operativa y la automatización, lo que difumina la línea entre las tecnologías digitales y físicas.
Con la convergencia de los entornos de TI y OT, las organizaciones necesitan un plan estructurado para proteger la infraestructura crítica de forma eficaz. A la hora de iniciar un programa de OT, se requiere una estrategia integral para gestionar los activos, protegerse contra los riesgos y establecer protocolos para la monitorización continua. De forma general, el proceso para implantar correctamente un programa de OT se desarrollará de la siguiente manera:
- Llevar a cabo el descubrimiento y la gestión de los activos
Empieza por implementar herramientas para automatizar la detección de activos de OT en todos los niveles. Una detección de activos eficaz debe identificar todos los dispositivos del entorno, incluidos los sistemas heredados y sin comunicación, para crear un inventario completo y detallado de los tipos de activos, los modelos y las versiones de firmware. - Implementar la monitorización continua de la red y la detección de amenazas
Configure la supervisión continua para identificar anomalías en tiempo real mediante el análisis de la actividad de la red y los protocolos de comunicación. El uso de políticas de seguridad predefinidas con opciones personalizables ayuda a las organizaciones a detectar comportamientos sospechosos al tiempo que garantiza la compatibilidad con protocolos específicos de OT. - Validar la integridad de los controladores
Permite que las herramientas hagan un seguimiento de los cambios en los dispositivos controladores y los verifiquen, incluidas las actualizaciones de la configuración y el firmware hechas a través de la red o mediante conexiones físicas. Este paso garantiza que todas las modificaciones de los controladores estén autorizadas y documentadas. - Evaluar las vulnerabilidades y gestionar los riesgos
Mejora la gestión de riesgos evaluando regularmente las vulnerabilidades de todos los dispositivos de TO y asignando puntuaciones de riesgo para priorizar los dispositivos que necesitan atención inmediata. - Poner en marcha funciones de detección y respuesta a incidentes
Configura sistemas de respuesta a incidentes que generen alertas en tiempo real si hay alguna actividad sospechosa dentro de las redes de la OT y ofrezcan un registro de auditoría completo de las acciones realizadas en los activos de ICS. Además, los datos históricos sobre la configuración y la actividad de los dispositivos pueden ayudar con las copias de seguridad, la recuperación y los análisis tras los incidentes. - Asegurar que la arquitectura y la empresa estén preparadas
Elige soluciones escalables que ofrezcan opciones de implementación basadas tanto en hardware como en software para poder ponerlas en marcha rápidamente. La gestión centralizada y la capacidad de integración con las herramientas existentes, como las de la gestión de incidentes e información de seguridad y REST API, mejoran aún más los procesos de seguridad de la OT.
La tecnología operativa siempre ha sido importante, y la convergencia entre TI y OT ofrece a las organizaciones un control aún mayor de los equipos en los que se basan sus negocios industriales. Sin embargo, esta mejora trae consigo un aumento de la complejidad y la vulnerabilidad. Las empresas necesitan soluciones mejoradas para gestionar la OT. Por suerte, ServiceNow tiene la respuesta.
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