El modelo de licencia perpetua de software es aquel que ha permanecido popular durante décadas, ya que se origina en un momento en el que las compras de software se asimilaban más a las adquisiciones tradicionales. El comprador pagaba por el software una vez, por lo que básicamente obtenía acceso completo durante todo el tiempo necesario.
Actualmente, muchos proveedores de software han optado por otros modelos de precios, cobrando a sus clientes tarifas recurrentes para seguir utilizando sus productos de software. Dicho esto, otros tantos proveedores siguen ofreciendo opciones de licencia perpetua.
La transición hacia una computación fuera del sitio con soporte en la nube ha motivado un cambio hacia modelos distintos del de licencia perpetua. En su lugar, las opciones de licencia de software como servicio (SaaS) han aumentado para cubrir esta carencia.
Las licencias de SaaS conciben de forma distinta las compras de software; en lugar de vender aplicaciones como productos, los proveedores conservan la propiedad completa del software y, en su lugar, ceden el permiso a sus clientes para que accedan a las aplicaciones y las utilicen como un servicio continuo. En estos modelos, el mantenimiento habitual, el soporte, las reparaciones y las actualizaciones se incluyen generalmente en el precio de la suscripción, pero el proveedor conserva el derecho a realizar modificaciones en el software y el acceso de los usuarios en cualquier momento, tal como se describa en el acuerdo de licencia de usuario final (EULA).
Los modelos de SaaS generalmente se clasifican en una de dos categorías: licencias de suscripción y licencias anuales.
Las licencias de suscripción acuden a la mente de la mayoría de personas cuando se considera un modelo de licencia de SaaS. En la mayoría de casos, el cliente pagará una tarifa mensual y periódica, y a cambio disfrutará del acceso al software y de mantenimiento durante el tiempo que continúe abonando dicha tarifa. Esto es distinto de las licencias perpetuas, que permiten a los clientes seguir utilizando el software de forma indefinida, según establezca el acuerdo de licencia original, sin cargos adicionales (si bien se facturan independientemente los posibles costes de reparaciones o servicios de mantenimiento).
Las licencias anuales son, en esencia, una extensión del modelo de licencia de suscripción, donde el cliente paga una tarifa anual para acceder a los servicios de software. Las ventajas y desventajas de este modelo de licencia son muy similares a las que se observan en el modelo de suscripción. Sin embargo, una diferencia es la regularidad de los pagos; los clientes que no desean preocuparse por cargos mensuales pueden preferir licencias anuales, que les permiten pagar una mayor cantidad por adelantado, de forma similar a una licencia perpetua. Este sigue siendo un modelo de SaaS; el proveedor conserva la propiedad total del software, junto con los derechos y el control relacionados.
Una licencia perpetua ofrece ciertas ventajas, tanto a los clientes como a los proveedores.
Como el acceso perpetuo se obtiene con un único pago, los proveedores que ofrecen licencias perpetuas pueden generar más ingresos por adelantado, en lugar de exigir pagos recurrentes de importes menores. Si bien los modelos de precios continuos pueden permitir ingresos recurrentes durante un periodo más largo, a menudo se necesitan tres años o más de servicio continuo antes de que el proveedor recupere su inversión (esto incluye los costes asociados al soporte y mantenimiento continuos). Al mismo tiempo, este enfoque depende en gran medida de la reducción del riesgo de que los clientes no renueven la suscripción, lo que puede ser difícil dada la elevada competitividad en el mercado de SaaS.
Además, los costes de mantenimiento y soporte suelen excluirse del modelo de licencia perpetua. El software es, esencialmente, propiedad del comprador, quien se encarga de su mantenimiento; cualquier paquete de soporte continuo adicional debe adquirirse por separado, lo que genera ingresos adicionales que no estarían disponibles en los modelos de precios que ya lo incluyen sin cargo adicional.
Los clientes pueden beneficiarse de las licencias perpetuas, ya que tendrán una idea clara del coste de su inversión por adelantado, junto con la funcionalidad y las capacidades del software que adquieren. El proveedor no puede aumentar las tarifas más tarde, ni cambiar o suspender el servicio. Como el software adquirido suele mantenerse en los servidores del cliente, este puede seguir utilizando el software durante el tiempo que resulte viable hacerlo.
Aunque las licencias perpetuas ofrecen varias ventajas, este modelo de pago no está exento de desafíos.
Un problema significativo para los proveedores de software que ofrecen licencias perpetuas es que, una vez finalizada la compra, el proveedor pierde todo contacto con el cliente. Esto dificulta la venta de más productos o servicios al cliente. Quizás aún más problemático resulta que el proveedor tiene mucho más complicado recopilar datos de uso; esto puede limitar su capacidad de análisis y mejora de su oferta.
Además, las compras únicas son difíciles de proyectar con precisión, lo que hace que las predicciones de ingresos sean mucho menos precisas. La falta de soporte continuo también puede hacer que el software desactualizado permanezca en uso entre los clientes, lo que podría generar problemas y dañar la reputación del proveedor.
La principal desventaja para el cliente del modelo de licencia perpetua es que, una vez adquirido, el software permanece sin cambios ni actualizaciones. A menos que el cliente tenga la oportunidad (y los recursos necesarios) de comprar paquetes de mantenimiento y soporte anuales con coste adicional, no podrá acceder a actualizaciones ni parches, lo que incluye parches de seguridad esenciales ante posibles amenazas.
Cuando se opta por un modelo de licencia, quizás el factor más importante a tener en cuenta es qué opciones hay disponibles. A medida que la economía de suscripción, la computación en la nube y el SaaS crecen en popularidad, las opciones de licencia perpetua se vuelven más infrecuentes. Por tanto, las licencias de suscripción tal vez sean la única opción para ciertos tipos de software.
Si hay opciones de licencia perpetua disponibles y también alternativas entre una opción de suscripción u optar por la compra del software mediante un modelo de pago perpetuo, la decisión debe basarse en las necesidades y los recursos.
Es posible que las organizaciones que necesitan soporte y mantenimiento continuos sin cargo adicional deseen elegir un modelo de suscripción; del mismo modo, las que no necesiten seguir usando el software durante más de unos años pueden preferir pagos mensuales o anuales de importes menores, en lugar de efectuar un mayor desembolso inicial.
Por otro lado, las empresas que puedan permitirse el coste inicial y que planeen usar el software durante un periodo de tiempo prolongado pueden considerar que una licencia perpetua es una mejor inversión; estas empresas deberán ser capaces de manejar sus propias necesidades de reparación y mantenimiento del software.
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