API significa "interfaz de programación de aplicaciones" y describe conjuntos de reglas y protocolos que permiten a las aplicaciones de software integrar datos y coordinar su funcionalidad. Al servir de puente entre sistemas, las API permiten que diferentes programas funcionen juntos, lo que aumenta su eficacia, capacidad y potencia de procesamiento mucho más allá de lo que cada máquina individual podría gestionar por sí sola.
Las API utilizan protocolos y arquitecturas específicos para gestionar estas interacciones. Cuando se realiza una solicitud, esta viaja desde la aplicación cliente hasta el punto final de la API, a menudo mediante un identificador de recursos uniforme (URI), que especifica el recurso solicitado. El servidor procesa la solicitud y envía una respuesta al cliente, completando la transacción.
Dependiendo de diversos factores, existen cuatro formas principales de funcionamiento de las API:
Estas API utilizan el protocolo simple de acceso a objetos (SOAP) para intercambiar datos en formato XML. Aunque son fiables y seguras, son menos flexibles y más complejas que algunas de las alternativas más modernas. Las API SOAP se utilizan a menudo en sistemas empresariales, como los servicios financieros, donde los estándares estrictos y la gestión de errores son las principales prioridades.
Las API de llamada a procedimiento remoto (RPC) permiten al cliente ejecutar una función en el servidor, que procesa la solicitud y devuelve el resultado. Estas API son eficaces para tareas como iniciar cálculos o ejecutar operaciones predefinidas. Por ejemplo, un programa de análisis del lado del servidor podría utilizar una API RPC para calcular y enviar informes detallados de vuelta a un cliente.
Estas API posibilitan la comunicación bidireccional en tiempo real entre el cliente y el servidor mediante objetos JSON. Son especialmente eficaces para situaciones que requieren actualizaciones constantes, como aplicaciones de chat o seguimiento en directo, en las que los servidores pueden enviar datos a los clientes sin tener que esperar una solicitud.
Las API de transferencia de estado representacional (REST) son las más utilizadas en la actualidad, ya que emplean métodos HTTP como GET, POST, PUT y DELETE para gestionar los intercambios de datos. Las API REST no tienen estado, lo que significa que cada solicitud se procesa de forma independiente, lo que las hace escalables e ideales para servicios web como marketplaces en líneas o plataformas de uso compartido de contenido.
Las integraciones de API conectan dos o más sistemas de software, lo que permite el intercambio automatizado de datos y funcionalidades a través de sus interfaces de programación de aplicaciones (API). Estas integraciones son las que hacen posible la automatización de tareas que van desde la sincronización del almacenamiento en la nube hasta la activación de actualizaciones dinámicas. Por ejemplo, cuando un sistema de administración de la relación con los clientes (CRM) o gestión de servicios para clientes (CSM) actualiza los datos de ventas en tiempo real en varias plataformas, se consigue mediante integraciones de API.
Las integraciones de API implican dos componentes clave:
- Radios
Los radios son los puntos finales o sistemas a los que se conecta una API, como un servicio en la nube, una base de datos o una aplicación. - Acciones
Las acciones definen lo que hace la API dentro de la integración, como recuperar, actualizar o eliminar datos.
Por ejemplo, en una integración de comercio electrónico, la API puede conectarse a una pasarela de pago (radio) para procesar una transacción (acción). Algunos proveedores, como ServiceNow, simplifican la integración de API al posibilitar la creación de radios personalizados mediante la IA generativa (GenAI). Esto permite a las empresas crear rápidamente flujos de trabajo personalizados sin una amplia experiencia en programación.
Las API privadas, también conocidas como API "internas", están restringidas para su uso dentro de una organización. Estas API no están expuestas a usuarios externos ni desarrolladores y están diseñadas para mejorar flujos de trabajo internos, integrar sistemas y mejorar la productividad. Por ejemplo, una empresa podría utilizar una API privada para sincronizar los datos entre su software de gestión de RR. HH. y los sistemas de nóminas, lo que fomentaría la coherencia entre los procesos internos.
Las API públicas (o API "abiertas") son accesibles para los desarrolladores ciudadanos y el resto del público en general. Estas API a menudo requieren autorización, pero están diseñadas para ampliar la funcionalidad de una aplicación a un público más amplio. Por ejemplo, una API pública podría permitir que aplicaciones de terceros se integraran en una plataforma de redes sociales para realizar funciones como la publicación de contenidos o la recuperación de análisis. Las API públicas a menudo sirven como herramienta para que las empresas aumenten la adopción de su plataforma y fomenten la innovación.
Las API de partners están disponibles para desarrolladores externos específicos, normalmente como parte de una colaboración entre empresas (B2B). Estas API agilizan las colaboraciones al ofrecer un acceso seguro a los sistemas o datos. Por ejemplo, una empresa de procesamiento de pagos podría proporcionar una API de partners a una plataforma de comercio electrónico para ayudar a optimizar los servicios de pago. El acceso a las API de partners suele implicar un proceso de incorporación, que incluye autenticación y autorización.
Las API compuestas combinan varias API para realizar operaciones complejas o recuperar datos de varias fuentes en una sola llamada. Son especialmente útiles en arquitecturas de microservicios, donde una sola acción, como el procesamiento de un pedido, requiere datos del inventario, el envío, la facturación u otros sistemas.
Sin embargo, los puntos finales de API son consideraciones importantes en cuanto al rendimiento y la seguridad del sistema. Dado que los puntos finales gestionan el intercambio de datos, pueden ser objeto de ciberataques. Es necesario supervisar y proteger los puntos finales para evitar el acceso no autorizado y el uso indebido. Asimismo, los puntos finales con mucho tráfico pueden crear cuellos de botella, ralentizar los tiempos de respuesta y deteriorar la experiencia de los usuarios.
Las API son la piedra angular del desarrollo de aplicaciones modernas y de las operaciones de negocio, ya que ofrecen una potente oportunidad para mejorar la comunicación y la funcionalidad de los sistemas. En concreto, las API ofrecen siguientes ventajas:
- Mejora de la colaboración
Las API integran plataformas y aplicaciones desconectadas, creando conexiones esenciales que permiten que trabajen juntas. Esta conectividad ayuda a las organizaciones automatizar los flujos de trabajo y eliminar los silos de información. - Innovación acelerada
Al abstraer la complejidad y ofrecer componentes reutilizables, las API ayudan a los desarrolladores a crear nuevas aplicaciones de forma más rápida y eficaz. Las empresas pueden utilizar API para conectarse con sus socios, expandirse a nuevos mercados o introducir servicios innovadores. - Monetización de datos
Las organizaciones pueden monetizar las API ofreciendo un acceso premium a datos o funcionalidades valiosos. Esta práctica, conocida como economía de API, permite a las empresas generar ingresos al tiempo que favorece las comunidades de desarrolladores. - Mayor seguridad del sistema
Las API proporcionan capas de seguridad al separar las aplicaciones solicitantes de la infraestructura subyacente, incluida la infraestructura de TI, la infraestructura de computación en la nube, la infraestructura de IA y la infraestructura de red. Funciones como las credenciales de autenticación, las puertas de enlace de API y la comunicación cifrada ayudan a proteger los sistemas del acceso no autorizado y los ciberataques. Una gestión adecuada de las API garantiza que estas medidas de seguridad se apliquen de forma coherente en todos los puntos finales. - Seguridad y privacidad de los usuarios
Las API permiten a las organizaciones aplicar estrictos controles de acceso, lo que garantiza que solo los usuarios y las aplicaciones autorizados puedan interactuar con la información confidencial. Este enfoque por capas reduce el riesgo de vulneraciones de la ciberseguridad y, al mismo tiempo, respalda el cumplimiento de los estándares de privacidad de datos. - Agilidad empresarial
Las API proporcionan una interfaz sencilla para desarrolladores y partners externos. Esta flexibilidad permite a las organizaciones adaptarse rápidamente a las cambiantes necesidades empresariales, integrarse con sistemas de terceros y respaldar el desarrollo de aplicaciones modulares.
Una gestión eficaz de las API es crucial para obtener los beneficios enumerados anteriormente. La gestión de API proporciona las herramientas y prácticas necesarias para diseñar, implementar y supervisar las API con el fin de garantizar un rendimiento óptimo y una seguridad mejorada. Mediante la implementación de un enfoque integral de la gestión de API, las organizaciones pueden maximizar el valor de sus API al tiempo que mantienen altos estándares de conformidad y facilidad de uso.
Workflow Data Fabric se basa en ServiceNow AI Platform, que ofrece un conjunto completo de soluciones para satisfacer las necesidades de API modernas, desde la integración y la automatización hasta la gestión centralizada de API. Los equipos pueden mejorar la visibilidad de los datos y las aplicaciones, simplificar la forma en que gestionan y supervisan las API, y conseguir un rendimiento más rápido a gran escala. Junto con Boomi API Management y otras soluciones integradas, Workflow Data Fabric ofrece a las organizaciones la capacidad de actuar sobre los datos al instante, lo que fomenta una automatización más inteligente y convierte los flujos de trabajo desconectados en resultados empresariales coordinados.
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